Primero, para el caso de las partículas PM10 o PM2,5 (es decir POLVO), debemos saber que estas se miden en microgramos en un metro cúbico.
Es decir si nos encerramos en un cubo de 1 x 1 x 1 m la calidad del aire al interior de este cubo será más o menos mala en función de la cantidad de partículas (microgramos) que existan en su interior.
Por ejemplo, si estamos en el campo o en la playa donde el aire es muy puro, si medimos la calidad del aire esta debería ser del orden de 10 microgramos por cada metro cúbico. Es decir un aire muy bueno! También ocurre esto un día después de lluvia.
¿Y que pasa en las ciudades?
Por ejemplo, en la ciudad de Madrid se considera un aire de calidad aceptable cuando se registra 50 microgramos por cada metro cúbico.
¿Y que pasa en Santiago?

Y en Santiago es posible tener buena calidad del aire?. Cuando llueve, justo después que termina la tormenta podemos respirar un aire de calidad normal.
La sensación del aire después de lluvia no es un sueño, es nuestro derecho.

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