viernes, 23 de noviembre de 2007

Arco de triunfo

Hace dos semanas partí a Canadá por asuntos académicos relacionados con mi trabajo. Ya son casi dos años y medio que dejamos Canadá para volver a Chile a cumplir con deberes académicos y a re-encontrarnos con la familia, amigos y la vida "in Chile".

Una de las cosas que más me han impresionado a mi regreso es la RED de contactos y PITUTOS que sigue existiendo a nuestro al rededor para alcanzar algo así como un PUESTO en una OFICINA PUBLICA, PRIVADA o TRABAJO. Antes no me daba mucho cuenta ya que era participe de ellas.

Me ha tocado ver en este tiempo como profesionales no competentes con cargos técnicos acceden a trabajos especializados por pertenecer a REDES de PITUTOS POLÍTICOS. Personas que trabajaban en lo social que ahora son especialistas en información y mañana seguro se sentirán capacitados para oficios en educación o justicia. De esa tribu abundan demasiados.

Me ha tomado tiempo recontactar mi antigua RED (también la tenía) para saber que está pasando, pero el precio es muy alto y prefiero que no me llamen ya que mi libertad para dormir tranquilo en las noches no es transable todavía.

Nada que hacer. Para obtener un puesto publico en Canadá se debe probar que uno es el adecuado y que no existe uno mejor para el trabajo. Aun que hay pillerías, algo ayuda a desarmar las redes esa forma de ver el trabajo.

El ser humano es un ser que tropieza dos veces con la misma piedra. El ser político simplemente no las quiere ver.

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