Pamela Delgado comentó en el post anterior sobre lo complejo de este problema (más aún con medidas de expansión urbana y sin gas natural!). Es verdad, tiene muchas aristas, es muy complejo pero no inabordable.
Además se han escrito líneas y líneas, párrafos y hojas completas indicando culpables y dando algunas soluciones que hasta hoy no son efectivas. Hoy llueve en Santiago y el intendente da gracias a San Isidro por favor concedido y la calidad del aire hoy mejora un poco y luego empeorá mañana.
Yo pienso que si realmente es tan grave tener un aire malo en nuestra ciudad deberíamos reaccionar, al menos eso hacemos los animales con sistema nervioso cuando algo les daña (por ejemplo respuesta al dolor).
Bueno, en este caso, el sistema nervios no es directamente impactado, pero si la piel, las vías respiratorias y todo lo asociado que eso trae (esto ha sido indicado por más de un medico, pero al final no se traduce en dolor o no se le asocia directamente con la contaminación). Mirar un gráfico con índices por el cielo tampoco impacta mucho.
Y como empezar entonces?. Para terminar en la gran forestación de la ciudad debemos comenzar educando e informando en relación a lo importante (y nuestro derecho) que es tener un aire puro. Se debe hacer esfuerzo en educar a todos, pero en especial a los profesores, niños y padres de Pudahuel y Cerro Navia.
Cuando ellos comprendan que está pasando, sus sistemas nerviosos van a saltar y van a pedir soluciones. Una de ellas deberá ser la gran forestación urbana fomentada por la ley.
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