Todas las cartas proponen medidas de restricción a los habitantes de Santiago. Es decir restringir la leña, restringir el uso de vehículos, obligar el uso de filtros en la locomoción colectiva, entre otras restricciones
Es reconocido por las autoridades que esta lista de restricciones solo tiene efecto en menos de un 40% de las fuentes de contaminación por partículas. Nadie dice nada del polvo que se mueve de un lado a otro en nuestra polvorienta y semiarida ciudad.
Polvo que viene de cerros deforestados, calles sin barrer, bandejones de veredas sin pasto o plantas contenedoras de agua y tierra. Todo este material es movido de un lado a otro de la ciudad por el movimiento de autos, motos, camiones, bicicletas que todos nosotros usamos.
Si ustedes caminan por las calles de la comuna de la Reina (sector bajo) verán como está hoy acumulado el barro que mañana será tierra en movimiento.
Ahora. Porque solo restringir? y no fomentar las buenas prácticas de los ciudadanos? Yo insisto en una ley de fomento a la forestación urbana con árboles, pastos y plantas capaces de capturar el polvo de la ciudad (causante del 60% o más) y capaces de frenar el escurrimiento superficial del agua y tierra que se desplaza de arriba hacia abajo por las lluvias.
Además, el impacto de una nueva actividad económica originada en la forestación puede ser muy interesante!
Finalmente, no nos queremos convencer que vivimos en una zona SEMIARIDA y con una topografía abrupta que favorece los escurrimientos torrenciales. Tengo fe en que estas ideas serán escuchadas!
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